La Rusia de Simón Bolívar vs los EEUU de las tinieblas

El pasado 1 de febrero, el “canciller” (Secretario de Estado) estadounidense Rex Tillerson pronunció uno de los discursos más emblemáticos del colonialismo contemporáneo, aquel que ni siquiera puede denominarse como neocolonial, porque no tiene nada de nuevo, ni siquiera las “sutilezas”, detrás de la que se disfrazaba la administración Obama.

En Texas, Tillerson ratificó que la doctrina de la Casa Blanca hacia nuestra región sigue siendo la misma del “gran garrote” de Monroe, que data del siglo XIX y que sirvió de inicio como justificación “divina”, para la anexión de casi la mitad del territorio actual de México. Se trata de una doctrina cuya única argumentación se fundamenta en el derecho “natural” de Estados Unidos (EEUU) a tener a la América Latina como su patio trasero, donde podía poner y disponer y, por supuesto, apropiarse de sus riquezas mediante el saqueo directo o indirecto.

El Secretario de Estado evocó, como en los tiempos de “gloria” del imperialismo en la región, la necesidad de golpes de Estado para derrocar a gobiernos como el de Venezuela. Todo fue un cortrometraje de impacto que hizo transcurrir en nuestras memoria, los 30 mil desaparecidos durante la dictadura en la Argentina, las invasiones en República Dominicana, Haití, Grenada, Panamá y Nicaragua, las masacres en Guatemala, la inmolación de Allende frente a la barbarie, los 40 años del tirano Stroessner saqueando al Paraguay… hasta escenas recientes, los derrocamientos de Fernando Lugo, Manuel Zelaya y Dilma Rousseff, más el asedio inclemente contra Venezuela. Interminables ejemplos de los antecedentes de la política del “gran garrote”.

No pudo faltar en el discurso de Tillerson, sus advertencias a los peligros de la influencia de China y Rusia. Naciones que seguramente resultan muy dañinas porque no comparten las políticas de injerencia, intervención e invasión que son en si misma, el paradigma yanqui. Trump pretende reivindicar 18 millones de kilómetros cuadrados de una finca a la que pretenden como su herencia por obra de un dios en el que sólo los imperialistas creen. Es el manual del perfecto salvaje estadounidense.

• Lea también > Época de matonismo y malacrianza

La respuesta de Moscú llegó 5 días después, mucho más distante geográficamente que Washington de nuestras tierras pero infinitamente mucho mas cercana en lo histórico, en lo humano. El comentario oficial de la cancillería rusa cita nada mas y nada menos que a Simón Bolívar en el fundamento de su respuesta a Tillerson.

“Según el Libertador (como se le llama en América Latina) Simón Bolívar, todo Estado tiene derecho a elegir uno u otro régimen institucional, mientras los demás deberán respetar esta elección. El Secretario de Estado de EEUU podrá leer esta tesis, que no pierde su actualidad, cuando esté en Bogotá, en la entrada principal al Palacio de San Carlos, en la actualidad sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. Es absolutamente justa también hoy, en particular, en relación con la situación en Venezuela y la dinámica de la vida interna en Cuba. La experiencia del embargo de EEUU contra la isla durante medio siglo no convenció sólo a los más obstinados de que la presión sancionatoria contra los países y pueblos amantes de la libertad no tiene perspectiva”.

Agregan: “Nos une la convicción de que es inadmisible un cambio inconstitucional de Gobiernos, el uso extraterritorial de la legislación nacional y la presión sancionatoria. Hemos apoyado la resolución de la Asamblea General de la ONU 70/149 ‘Promoción de un orden internacional democrático y equitativo’, nos pronunciamos por una aplicación universal de los principios democráticos estipulados en los documentos fundamentales de las alianzas de integración en el Hemisferio Occidental”.

No menos magistral es el inicio del texto ruso: “Hemos tomado nota del discurso pronunciado por el Secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, en la Universidad de Texas sobre la política de EEUU hacia América Latina. El jefe de la diplomacia estadounidense hizo hincapié en que la Doctrina Monroe que próximamente, en 2023, cumplirá 200 años sigue vigente para Washington. El mundo ha cambiado durante estos años, mientras, resulta que el principio “América para los americanos” sigue siendo actual”.

Nada más que añadir, el imperialismo sigue representando la oscuridad para nuestras tierras, la noche larga de las tragedias.

 

• Lea también:

Chevige González Marcó

Periodista y analista internacional. Trabajó en La Radio del Sur, Venezolana de Televisión, Radio Nacional de Venezuela y actualmente es parte del equipo editorial del Correo del Orinoco.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.