Perú, Humala y el fantasma del capitán Carlos

Corría la década de los 80 y Perú era el escenario de una cruenta guerra. Estuvo cerca de ser un todos contra todos y sin reglas. Por un lado Sendero Luminoso, la organización terrorista que amparada en presuntos principios marxistas y maoísta inició una sanguinaria carrera por tomar el poder bajo el mando de Abimael Guzmán, el famoso presidente Gonzalo. Por el otro iban unas fuerzas armadas, entrenadas e instigadas por Washington para también aterrorizar a la población, asesinar y desaparecer en nombre del combate contra la “subversión”.

Por allí anduvieron también otras organizaciones armadas que se asumían de izquierda como el MRTA y las bandas paramilitares creadas por el Estado. Un amargo cóctel de violencia que llenaba de duelo al Perú. No hubo distingo para ejercer el terror, mujeres, niños, ancianos, poblaciones arrasadas en las zonas rurales; desaparecidos y torturados en las aŕeas urbanas.

Una verdadera catástrofe humanitaria en el corazón de la América del Sur, cientos de miles de víctimas y desplazados. Muchos fantasmas rondan desde entonces, desde la selva profunda hasta el litoral de Lima, entre ellos el «Capitán Carlos». Se trataba de un terrible militar cuya sola mención de su nombre generaba temor en muchas poblaciones. Uno de los responsables de la guerra sucia contra el pueblo peruano.

¿Son terrucos?

¿Eres un terruco?, así se podían llevar detenido a cualquier hijo de campesino y desaparecerlo. En el departamento de San Martín, reaparecieron este año los testimonios de las víctimas de Madre Mía, una población a orillas de la selva. En octubre de este año lograron ubicar con el paradero de dos de las víctimas del famoso capitán.

El diario limeño La República informó que se trataban de Claudio Girano Yaya y Luis Izaguirre Prieto, ultimados por las tropas del «Capitán Carlos», el 19 de mayo y el 25 de junio de 1992. En su versión digital recoge el testimonio de Dominga Poma, viuda de Claudio Girano:

“Eran las 4 de la madrugada del 19 de mayo de 1992, lo recuerdo perfectamente, cuando una patrulla militar violentó nuestra casa y nos despertó a punto de patadas. ‘¡Levántense, terrucos de mierda! ¡Todos arriba o les metemos bala!’. ‘¿Qué pasa, jefe? ¿Qué pasa?’, pregunté. ‘¿Dónde están los mandos? ¿Dónde están esos terrucos de mierda? ¡Hablen, carajo, o los matamos a todos!’, nos gritó uno de los militares que no dejaba de apuntarme con un fusil en la cabeza, mientras otros soldados rebuscaban todas mis cosas. Esa madrugada yo me encontraba descansando con mi esposo y mi hija de ocho meses de nacida, mientras mis otros siete hijos dormían en una habitación al lado”.

El enigma

¿Quién era el enigmático «Capitán Carlos»? Los medios peruanos señalaron nada más y nada menos que al ex-presidente Ollanta Humala. Se trata de medios que generalmente mienten, es cierto. El problema es que Humala también miente. Un militar que dijo levantarse contra la dictadura fujimorista y años más tarde se lanzó a la presidencia peruana para levantar, presuntamente, las esperanzas de los mas humildes.

Giancarlo, el hijo mayor de Dominga Poma (la viuda cuyo testimonio citamos) también fue secuestrado y golpeado por los militares junto a su padre en la madrugada del martes 19 de mayo de 1992, él reconoció al «Capitán Carlos» como Ollanta Humala Tasso.

Por el año 2006, Humala dijo: «No soy Carlos Gonzales”. Además manifestó una promesa incumplida cuando llegó a la presidencia: afirmó que en caso de llegar al gobierno, cumplirá con la recomendación de la Comisión de la Verdad y Reconciliación de resarcir económica y materialmente a las familias afectadas por el terrorismo. Nunca cumplió.

Varios ex-soldados a su cargo, confirmaron que su jefe, Humala, era el «Capitán Carlos». Narraron también los episodios mediante los cuales abusaban sexualmente de mujeres bajo el consentimiento de “Carlos” y arrancaban la lengua a quienes ellos decidían que eran “terrucos”.

El ex-mandatario nunca ha sido contundente en su defensa y están sus mentiras a la vista. Engañó a todo un pueblo gobernando de forma distinta a lo que había prometido. Hoy está preso, pero por supuestas coimas con la empresa Odebrecht. En Perú son pocos los violadores de derechos humanos que han cumplido su condena. Desconocemos si Humala es uno de esos personajes.

Chevige González Marcó

Periodista y analista internacional. Trabajó en La Radio del Sur, Venezolana de Televisión, Radio Nacional de Venezuela y actualmente es parte del equipo editorial del Correo del Orinoco.

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