Acceder a la información nos obliga a luchar contra la injusticia
La publicación Insurgente.org,
–Wikipedia dice de ti que eres un “matemático que cultiva asiduamente la divulgación científica y la literatura infantil y juvenil”… ¿qué hay de cierto en eso?
–Por una vez, lo que dice la Wiki es totalmente cierto. Mi principal vocación, que afortunadamente coincide con mi forma de ganarme la vida, es escribir para niñas/os y jóvenes, y la matemática es mi vicio solitario. La divulgación científica la considero una prolongación de la LIJ (Literatura Infantil y Juvenil), pues con respecto a la ciencia –el gran juego– seguimos siendo niñas/os toda la vida.–¿Se te puede hacer una entrevista sin que se te pregunte por La Bola de Cristal y sus guiones?
–Se puede, pero no se debe. Crear La Bola de Cristal y sus personajes y escribir gran parte de sus guiones fue una de las cosas más importantes que he hecho en mi vida, creo. Y también fue un privilegio trabajar durante cuatro años y medio con el magnífico equipo que hizo posible el programa, empezando por su directora, la genial Lolo Rico.
–Pero otro tipo de público te conoce por tu compromiso inquebrantable con la izquierda…
–Cuando tienes en tus manos las herramientas de la divulgación, cuando tienes la posibilidad de viajar por todo el mundo y acceder a informaciones de primera mano, cuando haber vendido varios millones de libros te garantiza una cierta audiencia, tienes la ineludible obligación ética y política de oponerte, en la medida de tus posibilidades, a las mentiras, tergiversaciones y abusos del poder. Acceder a la cultura y a la información es un privilegio que nos obliga moralmente a compartirlas y a luchar contra la injusticia.
–¿Cómo ves el panorama político en el estado español en estos momentos?
–Creo que es un momento muy duro y difícil, pero a la vez muy interesante y lleno de posibilidades que no hay que desaprovechar. Me parece preocupante la deriva socialdemócrata de un sector de la izquierda abertzale, pero confío en que el “problema catalán” reactive el “problema vasco” (las comillas indican el uso irónico de ambas expresiones, pues en realidad los que tienen un problema son los españolitos que se creyeron el cuento de la España una, grande y libre, cuando en realidad es plural, pequeña y cautiva).
–Fuiste de los que no te ilusionaste con el tsunami Podemos…
–Hay que ser muy ingenuo para dejarse engañar por “un fenómeno mediático que pretende ser político”, como lo definió perfectamente mi amiga Ángeles Diez. Y a mi edad la ingenuidad es fingimiento o demencia senil, dos cosas en las que, de momento, no he caído. Creo, como he dicho en varias ocasiones, que Podemos está desempeñando un papel similar al que desempeñó el PSOE durante la farsa de la “transición”: canalizar buena parte del descontento social por unos cauces aceptables para los poderes establecidos. En una palabra, cumple una función desmovilizadora y, en ese sentido, contribuye a reforzar el sistema que dice combatir. Pablo Iglesias es más tonto e infinitamente menos malo que Felipe González, pero va camino de convertirse en su miniyó posmoderno.
–¿La izquierda europea es en sí una asignatura pendiente? Lo decimos porque no recordamos que haya ganado una sola elección en los últimos 70 años y sigue erre que erre insistiendo y cada vez con peores resultados…
–Más que pendiente, yo diría que es una asignatura suspendida (hablo de la izquierda institucional y parlamentaria, pues siempre ha habido y sigue habiendo una minoritaria pero importante izquierda semiclandestina). Creo que la historia del poderoso (en su momento) PCI y su deriva eurocomunista es, en este sentido, muy significativa. Yo soy de Bolonia, que fue la Città Rossa, y he vivido muy de cerca, y muy dolorosamente, la claudicación (por no decir traición) de los grandes partidos comunistas europeos.
–Hay dos colectivos, la Alianza de Intelectuales Antiimperialistas (AIA) y la Asociación Contra la Tortura de los que formas parte….
–La Asociación Contra la Tortura se ha subsumido en la Coordinadora para la Prevención de la Tortura, que agrupa a más de cuarenta organizaciones de todo el Estado español y está llevando adelante un importantísimo trabajo de denuncia y prevención de la tortura en un país en que todavía es una práctica sistemática –sistémica– e impune. La Alianza de Intelectuales Antiimperialistas la constituimos en 2002, ante la brutal escalada imperialista tras los atentados del 11 S, tomando como referente moral e histórico la Alianza de Intelectuales Antifascistas de 1937 (precisamente acabo de estar en Cuba para participar en un encuentro conmemorativo del congreso antifascista del 37).
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–Si decimos Cuba, Fidel, Revolución Cubana… ¿qué te viene a la cabeza?
–La demostración viva de que el socialismo es posible, incluso en las circunstancias más adversas. Las largas sesiones con Fidel, los paseos por la Habana Vieja con Eva Forest y Alfonso Sastre, las discusiones “a camisa quitada” (como dicen los cubanos) hasta la madrugada, los chistes y anécdotas del magnífico anfitrión que es Abel Prieto (el ministro de Cultura), la hospitalidad de Iroel Sánchez (La Pupila Insomne) y su familia, los poemas de Nicolás Guillén y Nancy Morejón, la Mesa Redonda de la televisión cubana, los encuentros con estudiantes en la Facultad de Matemáticas, la Feria del Libro de La Habana llena de niñas y niños ávidos de lectura… Y, sobre todo, la cordialidad, la simpatía y la solidaridad del pueblo cubano.
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–¿Por qué es tabú hablar de presos políticos en el Estado español?
–Porque es un Estado criptofascista que necesita demonizar toda forma de disidencia o protesta, exactamente igual que durante el franquismo, con el que nunca se produjo una auténtica ruptura democrática y cuyos herederos directos o indirectos siguen en el poder. Lo hemos oído cientos de veces en las manifestaciones y hay que seguir gritándoselo a la cara todos los días: “Vosotros, fascistas, sois los terroristas”. La batalla que libran los medios de comunicación no es ajena a la propia lucha de clases.
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–Vienes colaborado con medios como Insurgente, Kaos en la Red, La Haine… Háblanos del papel de la prensa en el momento que nos toca vivir.–Su papel es fundamental; tan fundamental que el poder necesita controlarlos, y en buena medida lo consigue. Por eso es tan importante la labor de los medios contrahegemónicos, como los tres que has mencionado y unos pocos más. Muy pocos, por desgracia, y no todos fiables pese a su apariencia “alternativa”.
–Te vas a olvidar de muchos, pero dinos algunas personas imprescindibles como Alfonso Sastre o Eva Forest que hayan oxigenado tu camino de vida…–Entre los muy grandes y que he tenido el privilegio de conocer personalmente, Eva Forest, Alfonso Sastre, Fidel Castro, Italo Calvino, Rosa Chacel, José Luis Sampedro, Vicente Romano, Rosa Regàs, Andrés Vázquez de Sola, Juan Antonio Bardem… De las/os camaradas fallecidos prematuramente, Montserrat Roig, Doris Benegas, Quintín Cabrera… Las/os demás son, por suerte, tantas y tantos… Sobre todo tantas: Amalia Alejandre, Irene Amador, Gloria Berrocal, Blanca Calvo, Ángeles Diez, Eva Flores, Belén Gopegui, Nahia González, Alicia Hermida, Begoña Lalana, Ángeles Maestro, Elena Martínez, Marina Minicuci, Patrizia Muñoz, Empar Pineda, Marta Rodrigo, Sara Rosenberg, Ana Rossetti, Marta Sanz, Belén Sola, Maruja Torres… La política –la de verdad de la buena– se está feminizando, y creo que esa es la mejor noticia de las últimas décadas.
–¿Algo más…?
–Te has olvidado de preguntarme por el antiespecismo, pero no puedo dejar de decir que es un aspecto fundamental (y por desgracia muy descuidado) de la lucha por la transformación radical de la sociedad. A mis amigos cubanos (cuyos hábitos alimentarios son lamentables) no les gusta oír esto, y a mí tampoco me gusta tener que decirlo, pero el socialismo no es compatible con el carnivorismo y la despiadada explotación de los animales no humanos.